Mujeres Custodias de Nuestro Hábitat en Peligro
Un mural en el centro de Quito, Ecuador, creado para visibilizar y celebrar la naturaleza y la cultura ancestral, defendidas por la lucha de mujeres indígenas contra la extracción de combustibles fósiles, proyectos mineros, y leyes agrícolas que amenazan la soberanía alimentaria.
El contenido del mural se definió en reuniones, entrevistas, sesiones de historias y exploraciones en el Amazonas y en una pequeña comunidad andina cerca de Otavalo, con la participación de protectores activos de las comunidades indígenas en primera línea y Mona, a través de la facilitación de miembros de Saramanta Warmicuna, Tierra es Vida, Voces del Maíz y Acción Ecológica.
El arte del mural fue realizado por Mona Carón con Raúl Ayala, artista y activista de Quito y el apoyo adicional de David Ceballos y miembros de la Minka Urbana.
Las mujeres representadas en el mural son 6 mujeres indígenas amazónicas y 3 mujeres andinas que fueron elegidas por sus compañeras y compañeros durante las reuniones para el concepto del mural.
Desde la izquierda: Zoila Castillo, Gloria Ushigua, Cristina Gualinga, Rosa Gualinga, Alicia Weya Cahuiya, Dominga Antún, Blanca Chancosa, Carmen Lozano, Josefina Lema.
La primera fase de la pintura se concibió como una ocupación artística durante la conferencia de la ONU sobre desarrollo urbano sostenible Hábitat 3 a fines de 2016, y de la cual se excluyó a estas protectoras de la tierra, el agua, las semillas y la cultura. El mural en curso fue presentado después de una impresionante marcha y manifestación en el mural, rompiendo la "zona verde" impuesta alrededor de los sitios de la conferencia.
La segunda fase del mural en 2018 continuó con la extensión del mural hacia arriba, para cubrir los 50 metros del histórico edificio Girón, con imágenes de la defensa de los bienes comunes por parte de estas mujeres: el agua, la tierra, el aire y la biodiversidad, así como la integridad cultural y espiritual, cimientos de la defensa de su soberanía.
Las imágenes del Mural
Las mujeres defensoras se encuentran en las raíces de toda la vegetación y tienen, como estandartes, los tallos de sus cultivos alimentarios más importantes: la yuca y el maíz. Detrás de ellas, el mundo salvaje se yergue y desde su interior emergen imágenes de leyendas indígenas. Estas referencias a la cosmología de una tradición oral en peligro de extinción interactúan con imágenes del mundo occidental moderno, interrumpiendo la magia con conexiones al aquí y ahora.
La figura de una niña verde nacida del follaje representa una versión del mito de Nunkui, que una abuela shuar le contó una vez a Raúl Ayala. Es una leyenda sobre el origen del conocimiento del pueblo shuar sobre las prácticas agrícolas y de forraje, es una parábola sobre la importancia de la biodiversidad y la variedad en los cultivos, y sobre las consecuencias de la codicia y los peligros de depositar la confianza en un solo cultivo para la supervivencia.
Así, una diversidad de semillas cae de las manos de Nunkui, conectando la zona amazónica con el lado andino del mural, a la derecha de las ventanas, donde se yerguen las mujeres andinas que actualmente luchan contra la llamada "ley de Monsanto" ...
La misma figura generosa puede interpretarse también como la Pachamama, y que contiene la cultura andina al interior de esta imagen inspirada en la Amazonía.
Además de las semillas, de sus manos también cae el igualmente precioso regalo del agua, que se filtra a través del bosque, y eventualmente irriga un pequeño paisaje agrario abrigado por una hoja, y gotea sobre una ciudad de apariencia precaria, que literalmente es sostenida por el bosque.
La pequeña ciudad contiene una imagen simplificada de la Basílica de Quito, así como el edificio Girón, en el que se pinta el mural, y el tráfico que arroja la contaminación. Toda la escena nos lleva a la ciudad contemporánea, donde se encuentran los espectadores del mural, tan distantes pero totalmente afectados por lo que le sucede a la naturaleza.
Muy sutilmente, el mural hace referencia a una segunda leyenda de las profundidades del territorio Sápara y contada a Mona por Manuela Dagua. La leyenda hace referencia a un ave nocturna que ellos llaman iluku, un mito sobre el origen de la luna y de una enredadera en el bosque llamada Ilukuchaka, "las escaleras del iluku".
Esta es una profunda parábola sobre las consecuencias de la avaricia y el subterfugio, explicando por qué se puede escuchar al pájaro iluku llorar tan tristemente en el Amazonas durante las noches de luna llena.
Un día después de que Manuela contara ese mito, se encontraron con un iluku herido en el bosque, que muy rara vez es visto durante el día. El pájaro fue dibujado en el mural gracias a las fotos que Mona tomó del pájaro en los brazos de Manuela.
Un mural como herramienta de acción directa
Las diversas conexiones que provocaron este mural se forjaron a través de amistades que se remontan a años anteriores trabajando en la creación de arte para acciones sobre justicia climática.
La amistad entre Mona y Raúl se origina en el proceso de hacer arte para the People’s Climate March y Flood Wall Street en Nueva York, y con otros activistas ecuatorianos e indígenas en la COP21 en París, entre otros eventos. Después de esas cumbres, hubo una intención de descentralizar las acciones lejos de las capitales del norte y más cercana a los lugares críticos de las luchas en primera línea.
Este mural fue concebido por las noticias --poco después de la COP 21-- que daban cuenta que los bloques 79 y 83 de la Amazonía ecuatoriana del sur, que cubre la mayor parte del territorio Sápara, se habían subastado a las compañías petroleras chinas. Casi al mismo tiempo, se anunció que la capital ecuatoriana iba a organizar una conferencia internacional sobre desarrollo urbano sostenible llamada Hábitat 3.
La primera fase del mural, entonces, fue empleada como una brecha durante la conferencia de la ONU Hábitat 3. El sitio del mural fue elegido por su ubicación dentro de la "zona verde" de la conferencia en la que no se permitieron marchas de protesta, a fin de establecer un lugar para la presencia destacada de los pueblos indígenas que se oponen a proyectos extractivistas y cuya participación en la conferencia fue vetada. Se publicaron y repartieron folletos describiendo a quienes representa el mural.
Se intentó realizar una marcha durante la conferencia pero se impidió que alcanzara el mural. Sin embargo, una conferencia de prensa en el mural se convirtió en una movilización espectacular posteriormente. Desafortunadamente, los ataques físicos no provocados por la policía antidisturbios ocurrieron contra personas que se habían reunido en un número inesperadamente grande para escuchar a las mujeres hablar.
Desarrollo del concepto del mural
El contenido del mural se determinó a través de reuniones, entrevistas, sesiones de cuentos y exploraciones en el Amazonas y en una pequeña comunidad andina cerca de Otavalo.
Si bien el mural nace como una acción artística durante un evento específico, también fue diseñada como una obra de arte a largo plazo que elevaría los valores atemporales y primordiales que trascienden el estrecho sistema de valores del capitalismo y honran las décadas de compromiso en su defensa por muchos indígenas, tanto de la región amazónica como andina.
- En el Amazonas:
La idea de representar a varias personas en el mural se decidió en dos reuniones en la ciudad amazónica de Puyo, donde Mona tomó nota de las opiniones de activistas de base y aliados de Saramanta Warmicuna, Tierra es Vida y Acción Ecológica.
En la reunión se decidió a quiénes representar en el mural, debido, principalmente, a su antigüedad en la lucha por proteger sus tierras de la perforación y exploración sísmica petrolera en cada uno de los territorios de Huaorani, Kichwa, Shiwiar, Sápara y Shuar.
Algunos de los detalles del mural relativos a la vegetación fueron observados y sugeridos a Mona durante las caminatas de investigación en el territorio de Sápara, en el Amazonas.
Una vez tomada la decisión sobre quiénes aparecerían en el mural, Mona pudo tomar retratos fotográficos de referencia de la mayoría de las mujeres. Ellas tuvieron la oportunidad de preparar y usar los adornos con los que deseaban ser representadas.
Mona sugirió que para que la representación sea justa, un artista local debería ser quien pintase las caras, y que las propias mujeres deberían terminarlas agregando su propia pintura tradicional, nadie tenía derecho a hacer ese trabajo sino ellas mismas.
De esta manera, cada persona con un pincel en el mural, tenía un lugar justo, provenía de círculos concéntricos de proximidad geográfica a las amenazas a las que se enfrenta el Amazonas, lo que reflejaba el espectro completo de las preocupaciones locales, regionales y planetarias de estos problemas. Fue entonces cuando Raúl Ayala se unió al proyecto y ejecutó brillantemente los retratos. La pintura de Mona del peinado, la joyería y la ropa a veces se corrigió o alteró en vivo a través de mensajes de Whatsapp de las personas en el retrato.
La presencia de las mujeres en el mural para pintar sus rostros eventualmente atrajo a la prensa. A las preguntas de los reporteros sobre el mural, se les pidió que preguntaran directamente a las mujeres representadas en el mural.
- En la región andina:
Las mujeres andinas representadas en el mural se encontraban en pie de lucha por soberanía alimentaria y la preservación cultural, resistiendo a la "Ley Monsanto" que restringe el intercambio de semillas de autóctonas "no estandarizadas".
Las imágenes a continuación muestran un intercambio de semillas en una comunidad andina indígena, que las nuevas reglas volverían ilegal. Otras fotos muestran a Blanca Chancosa y Carmen Lozano en protestas frecuentes frente al edificio del gobierno en Quito, y a Josefina Lema, encabezando el ritual principal en su comunidad. Estas son las 3 activistas andinas representadas en el mural. Conoce más sobre ellas aquí.
[las fotos en esta página son de Mona Caron]
La aventura de pintar el mural
A continuación, un video testimonial sobre cómo fue para Raúl Ayala y Mona Caron pintar en un edificio de 50 metros de altura, a 10 mil pies sobre el nivel del mar...
Gracias a YASunidos por las imágenes con drone. Las otras imágenes y edición del video fueron realizados por Mona Caron. ¡Más imágenes en nuestro Instagram! ¡Sigue a @nantuayauma and @mona.caron !